Un joven australiano decidió hacer el tránsito para que lo tratasen como mujer, sin embargo, dos años después, se arrepintió de haber tomado esta decisión.
Un joven australiano de 12 años se cambia de género, quería sentirse mujer. Dos años después, reversó su decisión. Después de que le comenzaron a crecer los senos, por la aplicación de hormonas femeninas, Patrick Mitchell se arrepintió y le declara a su madre que se siente cómodo siendo varón. La historia fue publicada en el diario The Independent.
El médico tratante lo había diagnosticado con un trastorno psiquiátrico denominado disforia de género, el cual ha causado gran polémica y rechazo entre la comunidad LGBTI quienes, en la mayoría de los casos, afirman haber nacido en un cuerpo ajeno y no creen que se trate de una disforia que los considere personas enfermas. No obstante, Patrick le suplicó a su madre desear ser niña, su madre aceptó y buscó ayuda para empezar a tomar estrógenos.
Ahora, la súplica del niño a su madre es que lo vuelva a llevar al médico. Quiere volver a ser varón "Ya no estoy seguro de ser niña", dice Patrick.
Ha dejado de tomarse sus medicamentos y está a punto de comenzar una cirugía para remover el exceso de tejido mamario. Dicha condición médica está aumentando según la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, que mediante un estudio investigativo, comprobó que el 1% de la población encuestada se considera variante de género.
La pregunta que surge es si es correcto que en las sociedades modernas se les permita a los menores de edad tomar este tipo de decisiones que puedan implicar un alto grado de consecuencias a futuro.
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